Al principio había curiosidad, el conocimiento se obtenía mediante la experimentación y las ciencias brotaban de los granos del conocimiento. En la siguiente historia, la ciencia y la superstición se enfrentan. La historia es del libro de Sara Wacklin Hundrade minnen från Österbotten? de 1844.
Vivía en Kuusamo, Laponia, una gran bruja, un hombre enorme cuyos pequeños ojos vagamente coloreados brillaban bajo unas cejas pobladas y oscuras. Un rostro barbudo y sonriente se asomaba desde el medio de su espeso cabello negro y desgreñado, sus expresiones eran misteriosas y traviesas. A menudo caminaba con un traje lapón, gorros en los pies y guantes en las manos.
Durante mucho tiempo había existido un respeto temible por la gran bruja, ya que se la consideraba una doctora milagrosa que podía curar enfermedades de personas y animales domésticos. Repitiendo gestos extraños y palabras mágicas, hizo que los ladrones devolvieran el botín. También pudo levantar a los muertos de sus tumbas, abrir las puertas de las iglesias, llamar a las hadas y a la gente de la iglesia y realizar muchos otros milagros que solo una gran bruja podría hacer.
Cuando el hacedor de milagros viajó a Oulu, escuchó que había una bruja aún más grande llamada Julin que vivía en la ciudad. Molesto, nuestro hechicero se dispuso a averiguar quién se atrevió a tratar con él bajo el poder de la hechicería. Cuando llegó allí, le describió su magia a Julin, alardeando y mintiendo, pero al mismo tiempo despreciándolo y compadeciéndolo, porque el extraño consideraba que el oyente era significativamente inferior a él. Julin, que escuchó pacientemente, pidió ir con él al cementerio la noche siguiente para convencerse de la autenticidad de los juicios por brujería. "¿De verdad te atreverías a enfrentar las aterradoras visiones en una noche terrible?" les preguntó sospechosamente y con advertencia. "No le tengo miedo a los espíritus, y entiendo cómo tener cuidado cuando se trata de personas", respondió Julin con una sonrisa.
Traducción traducción; Samsa Laurinen.
Svenska Kulturfonden ha apoyado ?Hundrade minnen från Österbotten? de Sara Wacklin. publicación de cuentos.