Todos los estratos del pueblo participaron en las celebraciones de antaño. La historia es del libro de Sara Wacklin Hundrade minnen från Österbotten? de 1844.
El astillero de la ciudad opera en Pikisaari. Varios barcos construidos aquí se lanzan cada año. El momento en que el barco sale de su sitio de construcción es verdaderamente festivo. Cuando los trabajadores han golpeado las cuñas con los mazos por tercera vez, el barco comienza a deslizarse lenta y majestuosamente desde su andamio chirriante. Los desgastados soportes caen estrepitosamente al suelo bajo la influencia de la fuerza creciente con que esa gigantesca escultura, obra maestra de manos humanas, se sumerge cada vez con mayor velocidad en las aguas poco profundas, que se precipitan contra el barco como irritadas como un mar embravecido, así que que las cabezas de espuma son arrojadas hacia las lejanas orillas. Pero pronto se detiene el milagro tallado en un traidor, en su autoestima, sosegada en su seno burbujeante. Incluso la bandera empapada en las olas rugientes saluda a las olas de manera amistosa, y el nombre del barco se anuncia desde la cubierta del nuevo barco. Luego, miles de sombreros se lanzan al aire acompañados de gritos de hurra, y los barcos cercanos ondean sus banderas festivas ondeando en una alegre bienvenida a su nuevo hermano. Incluso las olas embravecidas parecen calmarse y calmarse para mostrar un respeto amistoso y hospitalario al recién llegado.
Y las pobres mujeres y los niños no se alegran lo más mínimo de todo esto, porque ahora tienen permiso para recoger el jabón, que esparcido por la vía del barco lo ayudaba a deslizarse más fácilmente hasta la línea de flotación.
La alegría de los trabajadores también es grande. Después de todo, felizmente han terminado el trabajo de invierno, y ahora es el momento de la fiesta, la postergada Navidad que siempre les ofrece la naviera. Cualquiera que haya estado en la parte delantera del barco ahora puede literalmente nadar en cerveza y licor, sopa de guisantes con carne y más a su gusto. La fiesta dura un día, y muchas personas tardan una semana entera en recuperarse de una resaca de resaca.
Traducción traducción; Samsa Laurinen.
Svenska Kulturfonden ha apoyado ?Hundrade minnen från Österbotten? de Sara Wacklin. publicación de cuentos.